Lo confieso, soy de esas.
De esas con las que pasear significa esperarse porque está diez metros atrás tirada en el
suelo haciendo una foto sin previo aviso.
De las que va mirando los
azulejos de debajo de los balcones.
De las que tienen el feo
vicio de contar los pisos que tienen los edificios.
De las que dos horas antes de un paseo carga la batería,
busca las tarjetas de memoria y empieza a maquinar posibles rutas.
Hace ya unos años que
empecé a coquetear con la cámara, sigo sin tener mucha idea de técnica. Lo
confieso. Esa parte no me llama mucho la atención.Y por desgracia cuando algo no me llama la atención
ya se sabe lo que pasa. Me pirra
la composición, la sensibilidad y creatividad de la fotografía.
La cámara es lo más parecido
a un amigo fiel. Ese amigo que sabe como ves las cosas y que está ahí a tu lado
esperando en silencio. Que te muestra lo que hay ni más ni menos, te guste o no. Que te aporta
momentos mágicos antes durante y después. Que te saca a la calle o te levanta de la silla cuando crees que no
tienes fuerzas para más.
Es una forma de expresión,
de liberación como otra cualquiera. Además deja espacio al libre albedrío. Tu
puedes sentir algo yo puedo fijarme en un detalle, a ti te puede llevar a un
momento y a mí a un lugar pero los dos estamos mirando la misma imagen y eso es
bonito y asombroso al mismo tiempo. Al menos así lo veo yo.
Cada persona que hace una
foto previamente piensa en lo que quiere que se vea en ella. Admitámoslo. Esa
es para mí la parte más bonita, es la oportunidad de congelar un momento que se
ha cruzado en tu camino o que simplemente ha aparecido en tu cabeza y necesita
salir.
La oportunidad de mostrarle
al mundo como ves tú las cosas.
Los que están enganchados a
esto saben que luego viene el Post. Ese gran momento.
Pones una vela de vainilla,
a media luz, y mientras escuchas Portishead vuelcas la tarjeta de memoria. Con ansia, descartas más de la mitad
y te pones a verlas tranquilamente. Divagas y te aíslas. Las demás
preocupaciones desaparecen, eso es para mí la fotografía.
Yo no he venido aquí a
ganar el premio Pulitzer.
He venido a ventilarme y a
compartir mi ventana con vosotros.
Os pongo aquí algunas que
hice en esta bella ciudad que es Sevilla que cada día me tiene un poquito más atrapada.
Hay días en sepia, días de Velvia,
de Portra o de Proceso Cruzado, hoy es de Blanco y Negro sin más.
Aquí os las dejo.
Arriba en el Cajón de Mi
Galería Fotográfica tenéis enlace directo al marco de mi ventana, por si os apetece asomaros.
Os dejo una frase que me ha gustado mucho, es de Peter Lindbergh.
"Se atrevido, se diferente, se poco práctico, se cualquier cosa que asegure tu objetivo y tu visión imaginativa frente a los jugadores seguros, las criaturas comunes, los esclavos de lo ordinario".
¡Espero que os gusten y
que os haya gustado la entrada!
Un abrazo y muchas gracias MentesFrescas.
Guauuuuu!!! Me encantan las fotos!!! Especialmente la primera y la tercera.. no sé por qué.
ResponderEliminarCuando algo se hace con esa pasión.. se nota!!
Ala !! muchas gracias por pasarte guapetona !! esas dos las hice seguidas precisamente jaja el corazoncito Sevillano asoma por ahí !;)
EliminarPues si que eres de esas, doy fe, pero también de las sensibles, de las que tienen algo dentro y lo sacan de forma hermosa como esta entrada. De las especiales, de las únicas, de las irrepetibles, de las mágicas...
ResponderEliminarEn más de un paseo he protestado, lo reconozco, pero una vez que se ven los resultados se pasa bien rápido. Preciosas las fotos y muy bonita entrada MenteFresca.
Besazo!
Me tiño de magenta intenso, eres el mejor.
EliminarGracias por todo.
muchas gracias preciosa! un abrazo y gracias por pasarte y por tener siempre tan buenas palabras ;)
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